1. Secar bien los pies después de lavarlos, especialmente entre los dedos.
2. No dejar los pies en agua caliente más de 10 minutos.
3. Cambiar los calcetines y el calzado diariamente. Siempre que sea posible, llevar zapatos transpirables de piel o materias naturales.
4. Evitar las rozaduras causadas por zapatos que no se ajusten adecuadamente.
5. Utilizar zapatillas en gimnasios, piscinas, vestuarios y duchas.
6. Si usted o algún miembro de su familia padece pie de atleta, evite caminar descalzo por alfombras y moquetas.
7. Para evitar la nueva aparición del pie de atleta es aconsejable espolvorear calcetines y zapatos con un antifúngico en polvo.
domingo, 28 de octubre de 2007
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