
· Aplicar un antimicótico (por ej.: clotrimazol) de 2 a 3 veces al día y continuar aplicándolo de 2 a 3 semanas después de la desaparición de los síntomas.
· Lavar los pies cada día y secarlos cuidadosamente, sobre todo entre los dedos. A continuación aplicar el antimicótico.
· Para reforzar el tratamiento es aconsejable emplear una presentación en polvo durante el día (mantiene seca la piel) y otra en crema durante la noche (asegura la máxima absorción del principio activo).
· También es importante una higiene personal adecuada y la utilización de una toalla de algodón límpia cada vez.
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